Una serie de explosiones de dispositivos localizadores, comúnmente conocidos como buscapersonas o «beepers», estremeció este martes al Líbano, dejando al menos 11 muertos y cerca de 4,000 heridos, según reportes oficiales. El grupo terrorista Hezbolá y las autoridades libanesas han atribuido la tragedia a lo que califican como una «agresión criminal» por parte de Israel.
El origen de las explosiones aún es incierto, pero las teorías sobre lo ocurrido han inundado los medios de comunicación y han dado lugar a diversas especulaciones. Mientras Hezbolá sigue investigando, la tensión en la región aumenta, con la promesa del grupo de tomar represalias contra Israel.
Posibles causas de las explosiones
A pesar de que aún no se ha confirmado oficialmente la causa de las detonaciones, diferentes versiones han surgido en los medios. De acuerdo con los primeros reportes, los buscapersonas involucrados fueron fabricados por la empresa Gold Apollo, con sede en Taiwán, y adquiridos por Hezbolá en los últimos meses. Hasta el momento, la compañía no ha emitido ninguna declaración sobre los incidentes.
Una de las hipótesis señala que las explosiones podrían haber sido causadas por el sobrecalentamiento de las baterías de litio de los dispositivos, un problema técnico que ha sido observado en el pasado en otros productos electrónicos. Sin embargo, esta explicación no convence a todos los expertos.
Edward Snowden, exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), comentó en su cuenta de la red social X que si el problema radicara únicamente en baterías defectuosas, sería más probable ver pequeños incendios y fallos aislados, en lugar de la magnitud y simultaneidad de las explosiones reportadas.
Paul Christensen, especialista en seguridad de baterías de litio en la Universidad de Newcastle, también cuestionó la teoría del fallo de baterías. En declaraciones a Reuters, Christensen señaló que los daños causados no coinciden con los patrones de fallos previos de este tipo de componentes.
Acusaciones de sabotaje
Otra de las teorías más comentadas sugiere que Israel pudo haber infiltrado la cadena de suministro de Hezbolá y haber instalado explosivos dentro de los dispositivos. Según informes de Sky News Arabia, fuentes de inteligencia israelíes, a través de la agencia Mosad, habrían tenido acceso a los buscapersonas antes de su entrega y colocado una sustancia explosiva conocida como Pent en su interior.
La información apunta a que los agentes israelíes aumentaron la temperatura de las baterías de los dispositivos de manera remota, lo que provocó las detonaciones. Algunos testigos afirman que las explosiones ocurrieron poco después de que los buscapersonas emitieran un sonido, lo que hizo que las víctimas los tomaran en sus manos o los acercaran a sus rostros.
Rich Outzen, investigador del Atlantic Council, no descartó la posibilidad de que las explosiones fueran provocadas por «programas maliciosos a distancia». Según Outzen, «no es imposible que se haya insertado un código que sobrecalentara las baterías sin necesidad de introducir explosivos». No obstante, tanto Outzen como Snowden coinciden en que el nivel de daño observado es más consistente con la presencia de explosivos implantados.
Hezbolá acusa directamente a Israel
Hezbolá ha sido claro en sus acusaciones: el grupo responsabiliza directamente a Israel de los ataques y ha prometido tomar represalias. «Después de examinar todos los hechos y datos disponibles sobre el ataque pecaminoso que ocurrió esta tarde, consideramos al enemigo israelí completamente responsable de esta agresión criminal, que también tuvo como objetivo a civiles», declaró un portavoz de Hezbolá.
La organización chiita ha prometido un «castigo justo» contra Israel, a quien acusa de haber orquestado el plan para desestabilizar la región y dañar a su población.
Un alto funcionario de Hezbolá, que pidió permanecer en el anonimato, aseguró que este ataque constituye la «mayor violación de seguridad» que el grupo ha enfrentado en el último año de conflicto con Israel.
Consecuencias inmediatas y respuesta del gobierno libanés
Tras las explosiones, el Ministerio de Salud del Líbano emitió un comunicado urgente pidiendo a todos los ciudadanos que posean buscapersonas que los desechen de inmediato, advirtiendo sobre el riesgo de nuevos incidentes. Asimismo, el gobierno ha solicitado a la población que acuda a los hospitales para donar sangre, debido a la magnitud del número de heridos.
El ministerio también ha instado a los centros médicos a mantenerse en alerta máxima y ha hecho un llamado a los trabajadores de la salud para que eviten el uso de dispositivos inalámbricos por razones de seguridad.
¿Sabotaje o accidente?
La falta de claridad sobre lo que provocó las explosiones ha dejado a la opinión pública dividida entre la posibilidad de un accidente técnico y la de un sabotaje cuidadosamente planeado. A medida que Hezbolá avanza en su investigación, la comunidad internacional permanece atenta a los próximos pasos del grupo y a las posibles represalias que puedan desencadenarse.
Este incidente marca un punto crítico en el ya tenso conflicto entre Israel y Hezbolá, y plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de las cadenas de suministro en medio de conflictos regionales. Con la posibilidad de una escalada de violencia en el horizonte, el Líbano vuelve a ser escenario de una situación de incertidumbre y temor.
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